En el mundillo de la relojería hay una regla no escrita: a todos les encanta soñar con tener en la muñeca un Rolex Submariner, un Omega Seamaster o algún otro nombre mítico. Pero luego llega la realidad del bolsillo —porque, seamos claros, pocos pueden gastarse miles de euros en un reloj. Por ejemplo, todos miramos cómo deportistas como Jannik Sinner levanta Winbledon con un modelo de Rolex que cuesta la friolera de 37.000 euros, el Rolex Cosmograph Daytona, con referencia 126518LN.
Pagani Design, es una de esas marcas especializadas en relojes "homenaje" y de este modelo en concreto, el mitiquísimo Daytona, tiene "clones" en varios colores, también en el usado por Sinner.
Cada vez más aficionados y coleccionistas apuestan por estos modelos: piezas de marcas como Pagani Design que, sin renunciar al estilo de los grandes, ofrecen calidad suficiente y un diseño resultón por una fracción ridícula del precio original.
Es la forma perfecta de estrenar un modelo que luzca espectacular, que atraiga miradas y que te dé ese orgullo de coleccionista sin hipotecar varias pagas.
Materiales de calidad, aunque lejos del modelo original
El Pagani Design PD-1644 es el ejemplo perfecto de lo que puede ofrecer un buen homenaje. A simple vista, es de esos relojes que pueden engañar a cualquiera: dial limpio, bisel rotatorio, brazalete sólido… Parece que estuvieras llevando algo muchísimo más caro, y, de hecho, mucha gente no sabrá distinguirlo a simple vista de sus “primos” suizos.
Esto para muchos es una bendición: te permite disfrutar de un diseño icónico, clásico y atemporal, pero sin miedo al desgaste, a los arañazos o, peor todavía, a los robos. Es un reloj para usarlo de verdad, no solo para guardarlo en una vitrina soñando con lo que costaría el seguro.
Pero, más allá del parecido razonable, el PD-1644 tiene argumentos propios que lo convierten en un candidato ideal para quienes buscan su primer homenaje o simplemente quieren un buen reloj automático sin dejarse un dineral.
Para empezar, hay que destacar el calibre automático japonés Seiko NH35, un viejo conocido para los que llevan tiempo en este mundillo. Es fiable, robusto, fácil de mantener y con carga manual y parada de segundero.
Traducido: tendrás precisión más que suficiente para el día a día y, además, la satisfacción de ver el segundero moverse de manera continua, con ese “barrido” que solo los mecánicos ofrecen.
La caja de acero inoxidable tiene un tamaño estándar, ideal tanto para muñecas de tamaño medio como grande, y proporciona esa presencia elegante y deportiva que nunca pasa de moda. El bisel giratorio unidireccional, con inserto “cerámico” o de aluminio.
Además, la resistencia al agua oficial suele rondar los 100-200 metros, lo que permite ducharte, nadar e incluso bucear superficialmente sin miedo a cargar el reloj, aunque, como con todos los homenajes, mejor no tentar demasiado la suerte en inmersiones profundas.
El cristal que protege la esfera es de zafiro sintético, una de esas características impensables hace años en relojes de este precio. Resiste bien rayones y golpes leves, así que no tienes que estar pendiente con cada roce de mesa o puerta. El lumen, ese pequeño gran detalle para distinguir las agujas en la oscuridad, está bien resuelto: suficiente para ver la hora de madrugada sin tener que encender el móvil, aunque quizá no al nivel de los superluminova de lujo.
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